Acompañando mis tardes y mañanas, me sostienes con tu
impronta rígida y musculosa. Tu largo y angosto paseo de cerámicas, claras como
las nubes de terciopelo, me refrescan las tardes de verano. No he pasado ni un
día sin tomar mate junto a ti. Y mis geranios y malvas te agradecen tu cuidado.
Siempre atento al mal tiempo, la lluvia y las tormentas no despeinan ni un poco
tu cuerpo reluciente. Tus socios rellenos de tierra, vida y colores nos
acompañan desde hace tiempo. Cada tanto te veo y limpio tu cuerpo, que se tiñe
de rojizo cuando luego de una sudestada los edificios vecinos te trasmiten su
agonía. Tú me proteges de una caída al vacío. Tu me das mi libertad para que
pueda moverme y ser libre. No te pones celoso de que mire otros colegas. Eres
mi compañero y mi sostén…, eres mi balcón….
G
No hay comentarios:
Publicar un comentario