Una vela

Y los días pasaron sin interrupción.
Dormimos bajo el cielo blanco y oscuro.
Soñamos con un mundo nuevo y venidero.
La señora de cuarenta nos protegía y mimaba.

No importaba cuanto miedo teníamos.
Lo fundamental era estar juntos y aislados.
Lo fundamental era llegar a ver la luz del sol.
Eran tiempos sombríos y pasados.

No importaba cuanto tiempo faltara.
Lo fundamental era estar juntos y aislados.
Lo fundamental era callar los gritos y besos.
Eran tiempos de relojes cansados.

Sabíamos que aquel desgraciado estaba suelto.
Teníamos la certeza, que si por fin nos encontraba.
Nuestra suerte no nos ayudaría ni con cruces rojas.
Y nuestro destino sería, sufrir una muerte dolorosa.

Nos pusimos en campaña y luchamos.
Luchamos con sonrisa, comida y encierro.
Luchamos contra ese maldito rey con corona.
Nos quedamos en casa y luchamos.

Y los meses pasaron sin querer.
Dormimos, soñamos, sufrimos, reímos.
Cantamos, lloramos, saltamos y suspiramos.
Eran tiempos solitarios, sombríos y pasados.

Ya nada volvería a ser igual
El cariño se llenaría de barbijos
El abrazo se fundiría en una pantalla.
Y los besos serían solo de tus hijos.

Ya nada volverá a ser igual
Tu amor siempre me consuela
Tu cariño siempre me acompaña
Ellos siempre podrán prender una vela

Una vela de esperanza, una vela de luz, una vela de cuarentena.